"Mishu" Un Gato con una Gran Personalidad
Virola; la gata visca de mi vecino se encontraba cargada y a punto de dar a luz, la pobre gata la habían sacado del hogar donde había permanecido
por varios años y en medio de una gran tormenta tuvo sus cachorros; seis en total .
Al día siguiente, amaneció mojada con sus 6 mininos; y un amigo , consiguió una caja de cartón y una vieja antena de cable y los trasladó a un lugar menos húmedo, dos semanas habían pasado y dos de sus gatitos habían muerto dentro de la caja de cartón; la Virola los sacó de la caja y amamantaba a sus cuatro remanentes hijitos, pero ella se veía extraña , todavía se miraba algo panzona y triste, los que la veían decían que quizás no había tenido todos los gatitos y alguno se le había quedado en la panza. Un buen día la gata no apareció a darles de comer a sus cachorros de cuatro semanas de nacidos , un buen vecino la busco por toda la colonia sin resultado positivo, se supone que la pobre gata, al sentirse que iba a morir se fue y dejó a sus cachorros que los amamantó hasta que desapareció sin dejar rastro alguno. El vecino se compadeció de los cachorros que lloraban por su madre y tomando una jeringa y un poco de leche que fue a comprar a la tienda les alimentó a puro jeringazo, dos de los cachorros murieron, no aguantaron la falta de su madre,
uno de los cachorritos sobrevivientes se lo regaló a un muchacho que muy contento lo adoptó y lo llevó a su casa, el otro cachorro, aquel hombre, no hallaba a quien regalarlo y un día una señora se lo pidió, el gatito estuvo con ella como cuatro meses, luego ella se fue de la colonia y el gatito quedó abandonado, pero la personalidad de aquel minino era sorprendente, él no se sentía marginado y por las noches siempre aparecía en las casas vecinas pidiendo algo de comer, la gente le daba pan , galletas o pescado, cualquier cosa que les hubiera sobrado y él aún así era feliz, pero nadie lo albergaba; una noche que andábamos haciendo nuestra rutina diaria de caminata, el gatito como todas las noches después de su parranda de todo el día volvía a las casas a pedir comida, ese día nos tardamos más que de costumbre y el esposo de mi amiga se quedo al lado de la ventana esperando a su esposa, el gatito se quedó esperando en la otra esquina de la ventana como haciéndole compañía al joven; cuando el minino nos vio que veníamos, inmediatamente se bajó de la ventana y nos fue a recibir ; desde ese momento se ganó el corazón del dueño de la casa el cual adoptó al minino y le puso por nombre “Mishu”. Aquel gatito huérfano y callejero hoy vive bien, lo llevaron al veterinario , lo vacunaron y se convirtió en el golfo más cotizado del barrio gatuno, todos los días sale de parranda y regresa a su hogar a las diez de la noche,
toca la ventana y su padre humano, le habré la puerta para que entre; duerme en cama de seda y cojines de terciopelo, un buen día a su padre humano se le terminaron las galleticas que le daba cada mañana y le hizo un berrinche que para que les cuento; él hace convenciones de gatos, reúne a todos los mininos del barrio y les da lecciones de canto y de caza, cierto día apareció todo ensangrentado, había cazado una lagartija basilisco corredora y así se pasa hoy su vida, muy ocupado y aventurero, "El Mishu" es el minino más hermoso y sabio con una gran personalidad que se haya conocido, realmente encantador que se gana el corazón de todo el que lo conoce.